miércoles, 7 de diciembre de 2011

Pinchazo telefónico

Hoy íbamos a escribir sobre el 40 % de superficie que se ha “robado” a la bahía en el último siglo, o de la calidad artística del Centro de Arte Botín, o de los problemas de tráfico que generaría, o de los problemas energéticos, o del discutible impacto económico,... o de muchos otros temas,... pero la actualidad manda.

Nos acaba de llegar a la redacción un “pinchazo telefónico” que publicamos a continuación con las debidas reservas y a falta de confirmación oficial.

Se trata de una conversación entre dos amigos que se nota que están bien educados (se saludan al comienzo, se despiden al final y en el medio sueltan unos tacos al estilo “trillo” que es algo que resalta la familiaridad de la conversación).

Queremos realizar una puntualización previa: Ebo no tiene nada que ver con Evo Morales e Iñaki no es ni Gabilondo ni Urdangarín.

Ebo. Buenos días Iñaki, qué tal estás, qué tal la familia?

Iñaki. Buenos días Ebo, yo bien y tu que tal sigues con tus problemillas de salud? Me imagino que en tu hospital te tratarían como en casa.

Ebo. Si ya sabes que que en mi clínica me ponen a punto. Oye, voy al grano que estoy muy ocupado [las personas importantes siempre están muy ocupadas y cuando no lo están aparentan estarlo]. ¿Cómo va lo nuestro?

Iñaki. Me imagino que te refieres al chalet que quieres construir cerca del lago ¿Es así?

Ebo. Claro Iñaki, a eso me refiero, estoy preocupado porque he leído que hay gente en contra.

Iñaki. Yo también estoy preocupado. Son cuatro gatos pero arman mucho ruido. No se si nos van a retrasar el proyecto.

Ebo. ¡No me toques los huevos Iñaki! [las personas educadas cuando están en la intimidad sueltan tacos como señal de cordialidad] No me digas que cuatro retrógrados te preocupan. No creo que te vuelva a pasar lo que me hiciste hace poco con la licencia que te pedí para el almacén. En esa ocasión te pasaste de legalista, tu y yo sabemos que si hubieras querido podías haber cambiado la ley para que el almacén fuera legal.

Iñaki. Tienes razón Ebo, me faltaron reflejos, debí de haber cambiado la normativa, pero no me atreví. Ya sabes, las elecciones, la oposición,...

Ebo. Pues ahora déjate de tonterías y haz lo que te he dicho. No tengo tiempo que perder.

Iñaki. Por supuesto Ebo, ahora dalo por hecho. Lo que si tendremos que hacer es sacar el Plan B que habíamos diseñado: ya sabes, poner el chalet en otra parcela y que pagues la urbanización de la zona. Eso es lo que habíamos pactado en previsión de que alguien protestara, ¿no?

Ebo. De acuerdo, el Plan B era lo previsto, pero no quiero ni una pérdida de tiempo más.

Iñaki. Ya he puesto a trabajar a la prensa y a todos los que me deben favores, ésta vez no te fallo. Sabes que te estoy muy agradecido por todo lo que haces por este pueblo.

Ebo. Bueno, eso espero, buenos días.

Iñaki. Buenos días. Adiós.

Ebo. Hasta la vista.

Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

2 comentarios:

  1. No hace falta mucho para saber lo que pasa en Santander, y uno de estos 2 personajes manda mucho como maximo accionista de su empresa y siempre hace lo que quiere por encima de lo que sea, y el otro es un mandao que va de guapito por la vida, cuando en realidad es un reaccionario de los de las cadenas por la noche, ahora pongan cara a los personajes y Bingo.

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  2. Hombre, la verdad es que es muy efectista ese "pinchazo, recién llegado a la redacción", pero: ¿no sería más importante que aquí fuera expuesto con claridad la dudosa estética del proyecto, tanto del edificio en si, como de las modificaciones urbanas que de su contrucción se deriven?. Por supuesto sin dejar de lado el emplazamiento elegido, que es lo que nos enfrenta.
    Creo que todos habremos leído el informe del arquitecto Julio Pozueta, que sin inmiscuirse en más, tan solo expone su criterio sobre la falta de estudio de la perspectiva urbanística, la escasa previsibilidad y alcance de las medidas a tomar y más o menos dicho en otros términos; la escasa funcionalidad que supondría el soterramiento del tráfico en esa zona. Por no citar otros incovenientes que vendrían a empeorar las condiciones bastante apacibles de ese agradable entorno por el que de momento aún podemos pasear al tiempo que disfrutamos de lo lindo auténtico.
    Conviene que, además de oponernos al lugar, aducir como lo hacemos hasta ahora pero con mucha más fuerza y si cabe más 'bulla' nuestras propias conclusiones acerca de todos los detalles que rodean al proyecto; que realmente sería un adefesio en toda regla, sería hacerle a la bahía una buena pifia, algo que sentaría igual de horrendo que a un santísimo Cristo una pistolas.
    Ni infografías, ni maquetas ni ninguna otras historias, pueden dar idea de lo que supondrán esas dos antiestéticas moles sobresaliendo sobre los muelles, y dejémonos de mentiras, que ese gran amasijo urbano sobrepasará con creces las copas de los árboles.
    Luego inciden en esas memeces de que será un nexo con nuestra bahía, centro de referencia, revitalización del comercio, referente mundial y todas esas cursiladas que utilizan como recurso los medios de comunicación.
    Pero si el santanderino toda la vida ha estado intímamente unido a la mar...¿Qué nos vienen a contar de fuera?
    Y por favor dejen de lado esas chorradas del banquero y de nuestro alcalde, que es guapito pero ¡OJO! que ni es reaccionario, ni de los que van con cadenas por la noche.
    Simplemente está en un error y como ótros se deja influenciar por inciertos cantos de sirena.
    Es tarea de todos hacérselo saber.

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